Arte, historia y cultura: la herencia de Extremadura
La serie de Netflix, La casa de papel cuenta con una especial vinculación con Extremadura: desde la ideación de parte del guión, el asesoramiento de expertos artesanos extremeños en el tratamiento tradicional del oro, hasta el uso en de piezas de artesanía elaboradas en Torrejoncillo, Área de Interés Artesanal de Extremadura.
Por: Manuela Sanoja
La capital de Extremadura, Mérida, fue fundada por los romanos en el año 25 a.c. con el nombre de Emérita Augusta y fue convertida por el imperio en capital de Lusitania. Si por algo destaca es, sin lugar a dudas, por su valor histórico, que la ha convertido en Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Los vestigios de la ciudad romana se conservan prácticamente intactos. Un gran puente que pasa por encima del río Guadiana, un sistema de abastecimiento de agua, un circo, el Templo de Diana y las joyas de la corona: el teatro y el anfiteatro donde cada verano se celebra el importante Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
Tras disfrutar de días de paseos de auténtica historia y de obras como Antonio y Cleopatra de Shakespeare en las cálidas noches merideñas, la siguiente ciudad a la que hay que ir es Cáceres. En esta ciudad el visitante se transporta a otras épocas de la historia: el medievo y el renacimiento. Sus calles, plazas, palacios y murallas (muchos de ellos, construidos con las riquezas generadas tras la conquista de América) son de las obras arquitectónicas y urbanísticas mejor conservadas tanto en España como en Europa. Pero no solo la ciudad tiene lugares impresionantes. En la provincia, que recibe el mismo nombre, también encontramos el Monasterio de Santa María de Guadalupe, que es Patrimonio de la Humanidad; dos espacios naturales declarados Reserva de la Biosfera: la Reserva de la Biosfera de Monfragüe y la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Tajo-Tejo Internacional; o el Geoparque Mundial de la UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, todo un orgullo para los locales. Otro destino que merece la pena visitar en la zona es la ciudad de Alcántara, donde también se celebra cada estío un festival de teatro clásico.
La tradición histórica y cultural también alcanza a Badajoz. Una provincia perfecta para disfrutar de obras contemporáneas sobre las tablas. También cuenta con grandes museos de arte como el Museo Nacional de Arte Romano, que alberga la colección más importante que se tiene del imperio en España; el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo, en el que hay una impresionante muestra artística (no es de extrañar, buena parte de los conquistadores salieron de esta Comunidad Autónoma); y tanto Badajoz como Cáceres, cuentan con sendos Museos Arqueológicos que contienen colecciones únicas en Europa.
Más allá de la historia
La música y la danza son otros pilares de la región. Cada año se celebra en Cáceres el festival WOMAD, en el que confluyen las melodías y bailes de distintas partes del mundo. Además, los fans del folk, el indie y la música celta tienen tres citas anuales en el Festival Folk (Plasencia), Contempopránea (Alburquerque) y El Magusto (Carbajo).
Pero Extremadura no solo es rica por patrimonio cultural y artístico. Su gastronomía es única en el mundo. Si bien tienen numerosos platos de sabrosas verduras y hortalizas, el rey indiscutible es el cerdo, del que —como sabemos— todo se come. Entre los reyes, el dios de pata negra, ese que se alimenta solo de bellotas y nos da el inigualable manjar que es el jamón ibérico. Las tierras extremeñas son de pastoreo y gracias a ello de sus cocinas salen platos como la caldereta de cordero, el frito extremeño, la cachuela o la chanfaina de cabrito. Y de la leche de sus animales, maravillosos quesos de cabra y oveja, entre los que destaca la famosa Torta del Casar.
Con la boca hecha agua, solo queda decir que Extremadura es, sin duda, un destino de cine. No sorprende que haya servido de localización para innumerables series y películas tanto del panorama nacional como del internacional. En ella han rodado directores de la talla de Pedro Almodóvar, José Luis Cuerda, Mario Monicelli y Ridley Scott, entre otros. Y es que, ¿quién no querría tener como escenario esta maravillosa tierra Patrimonio de la Humanidad?