Canarias

Turismo activo

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The Witcher

Una serie de ficción como The Witcher, plagada de hechizos, secretos y seres fantásticos, necesitaba escenarios que le proporcionaran la atmósfera adecuada. Lugares que fueran en sí mismos fuente de belleza y misterio y aportaran de forma natural esa dosis de magia que la adaptación televisiva de las novelas de Andrzej Sapkowski precisaba. Tal vez por esa razón, sus creadores escogieron los paisajes naturales de las islas Canarias para rodar gran parte de las peripecias del cazador de monstruos Geralt de Rivia y el resto de personajes de la saga.

Canarias: turismo en clave de naturaleza

El mar de dunas de Maspalomas, el barranco de Fataga, las cuevas de Acusa Seca o el monumento natural del Roque Nublo son la recreación perfecta y mejorada del Continente, la tierra en la que se desarrolla el universo de fantasía de esta producción de Netflix.

Por: Ramón Oliver

Las islas Canarias son uno de los destinos más visitados de Europa. Solo en el año 2019 recibió a 13,1 millones de viajeros internacionales (su población estable de residentes era de 2,3 millones a 1 de enero de 2020). Un turismo que se empieza a redefinir con una corriente que, sin ser en absoluto nueva, sí viene ganando fuerza en los últimos años: el turismo activo. 

Un clima espectacular, con temperaturas medias de 22º todo el año, y un entorno natural privilegiado hacen que cada una de las siete islas que conforman el archipiélago canario sean un lugar idóneo para desafiar y trascender la clásica fórmula del turismo de sol y playa. «La pandemia ha obligado al turista (y al local también) a salir de su hotel, a realizar actividades al aire libre y a moverse por la zona en la que está alojado», señala Oliver Rodríguez Sosa, CEO y propietario de Yukan Outdoor Gran Canaria, una pequeña empresa local especializada en actividades deportivas al aire libre como barranquismo, escalada o kayak. La empresa nace de un proyecto de estudios que durmió en un cajón durante tres años, hasta que su artífice, un amante de la naturaleza y los deportes al aire libre, lo rescata en 2013 y se da cuenta de que puede tener visos de convertirse en realidad. 

En Canarias hay cerca de 700 empresas dedicadas al turismo activo

Yukan es una de las cerca de 700 empresas dedicadas al turismo activo que hay actualmente en Canarias. Un sector que ha sufrido en sus carnes los efectos de las restricciones de movilidad provocadas por el coronavirus, pero al que, paradójicamente, la pandemia también le ha servido para atraer a nuevos segmentos de clientes.

«En cada actividad intentamos que el viajero conozca un lugar especial de la isla y viva una experiencia. Unas veces será más suave; otras más fuerte, pero siempre ligada a una emoción», destaca Rodríguez. 

Senderismo, cicloturismo, trekking, observación de aves, surf, montañismo, paddle surf, windsurf, alpinismo, kitesurf, observación de estrellas, buceo, snorkel, kayak, barranquismo, espeleología, parapente… Las opciones para practicar turismo activo en Canarias son tan amplias como lo es su increíble naturaleza. Desde el emblemático Teide hasta zonas boscosas que parecen haber sido trasplantadas por fuerzas extraterrestres desde algún lugar de centroeuropa, pasando por mares de dunas desérticas que nada tienen que envidiar a sus hermanos mayores del Gobi o el Sahara. «Los únicos deportes que no se pueden practicar en Canarias son los de invierno (solo nos falta la nieve). Todos los demás los tenemos y además se pueden disfrutar durante todo el año», presume Óliver Rodríguez. 

También bajo el mar

Canarias también ofrece deslumbrantes tesoros bajo la superficie del mar. Centro de peregrinación de buceadores de todo el mundo, aquellas personas menos deportistas o que prefieren disfrutar de esa mágica vivencia de una manera más sosegada también pueden hacerlo. Submarine Safaris es una empresa que lleva 25 años ofreciendo singulares experiencias de inmersión acuática en Tenerife y Lanzarote a bordo de un auténtico submarino. «La idea era hacer accesible para todo el mundo esta experiencia única, una oportunidad para bucear sin mojarse y conocer lugares que normalmente están exclusivamente reservados para los buzos», explica su CEO, Paul Bunce. 

Sus dos submarinos tienen una capacidad de pasaje y tripulación para 48 personas y cuentan con 22 ojos de buey y dos miradores para facilitar a los viajeros la contemplación del fondo marino. «Nuestros submarinos se sumergen hasta unos 30 metros bajo la superficie del océano Atlántico, donde siempre hay una gran diversidad de vida marina», expone Bunce. 

Cada uno de estos buques subacuáticos está equipado con seis motores eléctricos, de manera que el paseo es inocuo para el entorno en cuanto a emisiones nocivas. Y es que, apuntan desde la empresa, no se trata únicamente de admirar la belleza submarina, sino de «concienciar al público sobre la importancia de los océanos y del papel que juegan en nuestro entorno».

Sensibilización

Una labor de sensibilización que es especialmente importante ahora que las distintas modalidades de ecoturismo están ganando popularidad. En ese sentido, Óliver Rodríguez advierte de que el auge del turismo activo también tiene su lado oscuro. «Espacios en la naturaleza en los que solíamos trabajar literalmente solos, en este último año se han visto desvirtuados por música, basura o numerosos atajos en caminos». El creador de Yukan recuerda que el respeto y la educación son esenciales en este tipo de actividades. «Es importante enseñar al viajero a respetar la naturaleza y ayudarle a tomar consciencia de la fragilidad del ecosistema que visita».

Es importante enseñar al viajero a respetar la naturaleza y ayudarle a tomar consciencia de la fragilidad del ecosistema que visita

¿Son turismo y naturaleza conceptos incompatibles? Todo lo contrario. Este tipo de ecoturismo activo podría significar una oportunidad para poner en valor otra forma de interacción entre esos dos conceptos. Una manera de fomentar «un turismo responsable en el que el viajero conoce el entorno, se relaciona con él y se impregna de un poco de ese amor por la naturaleza que sentimos los que tenemos la suerte de trabajar en ella», concluye Oliver Rodríguez.

¿Hay un eslogan para esa manera de entender el turismo? El creador de Yukan propone uno: «Intenta dejar el lugar que visitas mejor de cómo lo encontraste».

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